Hilma af Klint (1862–1944) es ampliamente considerada como una de las artistas más distinguidas de Suecia y es celebrada en todo el mundo.

Nacida en Estocolmo, af Klint estudió en la Real Academia de Bellas Artes de la ciudad, graduándose con honores en 1887. Rápidamente se estableció como una respetada artista en Estocolmo, exhibiendo pinturas figurativas y sirviendo brevemente como secretaria de la Asociación de Mujeres Artistas Suecas. Desde joven, se adentró en el espiritismo, ampliando más tarde sus intereses para incluir las ideas del Rosacrucismo, la Teosofía y la Antroposofía. Estas búsquedas espirituales formaban parte del espíritu de la época y ganaron popularidad en toda Europa, especialmente en círculos artísticos y literarios, a medida que las personas buscaban conciliar creencias religiosas con avances científicos y una creciente conciencia de la diversidad de religiones.


Hilma af Klint
Grupo VI, Evolución, n.º 16, Serie WUS/Estrella de siete puntas
(Grupp VI, Evolutionen, nr 16, Serie WUS/Sjustjärnan), 1908
Óleo sobre lienzo
102 x 133 cm
The Hilma af Klint Foundation, Estocolmo HaK 84

Las pinturas convencionales de af Klint sirvieron como su principal fuente de ingresos económicos. Sin embargo, lo que ella llamaba frecuentemente su "gran obra", realizada durante su vida, permaneció como una actividad separada y más orientada espiritualmente. Solo aquellos con un profundo interés en asuntos espirituales tenían conocimiento de este cuerpo de obra. A pesar de sus intentos de exhibir estas pinturas a personas afines, tuvieron poco éxito. Comentarios en sus cuadernos sugieren que ella creía que el mundo aún no estaba completamente preparado para el mensaje que estas obras buscaban comunicar.

Curiosamente, en la Academia de Bellas Artes, Hilma af Klint forjó una amistad significativa con Anna Cassel, una de las cuatro mujeres con las que co-fundó "Los Cinco". Este grupo, activo entre 1896 y 1908, se embarcó en exploraciones de reinos espirituales a través de la meditación y las sesiones espiritistas. Los otros miembros de "Los Cinco" fueron Cornelia Cederberg, Sigrid Hedman y Mathilda Nilsson. De manera intrigante, todas estas mujeres tenían membresía previa en la Sociedad Edelweiss, una asociación en Estocolmo que fusionaba ideas cristianas, enseñanzas teosóficas y espiritismo.

Durante sus actividades, "Los Cinco", incluida af Klint, se dedicaron a registrar mensajes de espíritus superiores conocidos como Los Altos Maestros. En estados similares a un trance, creían que podían comunicarse con seres místicos como Amaliel, Ananda y Gregor, considerados intermediarios de Los Altos Maestros. Esta comunicación se manifestaba a través de la escritura y el dibujo automáticos, con el grupo transcribiendo los mensajes recibidos durante estas sesiones.

Installation view, Hilma af Clint: Paintings for the Future, Solomon R.Guggenheim Museum, New York, October 12, 2018-February 3, 2019. Photo: David Heald.

En 1907, Hilma af Klint afirmó haber recibido un mensaje que indicaba su papel como líder del grupo. Sin embargo, los otros cuatro miembros rechazaron este nuevo orden, lo que llevó a la desintegración del grupo y a la interrupción de su trabajo colectivo. Tras este acontecimiento, af Klint se dedicó por completo a lo que ella llamaba la "gran comisión" conocida como "Las Pinturas para el Templo", que se convirtieron en su obra más significativa. Este marcó un momento crucial en su trayectoria artística, ya que redirigió su enfoque hacia la creación de estas pinturas innovadoras y espiritualmente inspiradas.

A principios del siglo XX, Estocolmo recibió a destacadas figuras de diversos movimientos espirituales. Hilma af Klint participó activamente en este entorno, asistiendo a conferencias de los teósofos Annie Besant y Rudolf Steiner. Su biblioteca personal incluía escritos teosóficos clave de Madame Blavatsky y una amplia colección de obras de Steiner. Más tarde, se convirtió en miembro activo de la Sociedad Antroposófica, fundada en 1913. En la década de 1920, af Klint pasó largos períodos en Dornach, Suiza, donde Rudolf Steiner había establecido el centro del movimiento, el Goetheanum.

Durante su vida, las pinturas convencionales de af Klint se exhibieron en numerosas exposiciones. Sin embargo, sus obras no figurativas se presentaron principalmente dentro de círculos antroposóficos y teosóficos. No fue hasta décadas después de su fallecimiento que su arte recibió una atención seria. En 1986, el Museo de Arte del Condado de Los Ángeles (LACMA) incluyó sus obras en la exposición retrospectiva titulada "Lo Espiritual en el Arte: Pintura Abstracta 1890-1985". Posteriormente, el interés en sus pinturas esotéricas ha ido creciendo constantemente, y hoy en día, su trabajo se exhibe regularmente en museos importantes de todo el mundo.

Un momento crucial ocurrió en el otoño de 2018 con la exposición "Hilma af Klint: Pinturas para el Futuro" en el Museo Guggenheim de Nueva York. Esta exposición se convirtió en la más visitada en la historia de la institución, subrayando el creciente reconocimiento y aprecio por las contribuciones visionarias e innovadoras de Hilma af Klint al mundo del arte.

Además, cabe destacar que está prevista la inauguración de una nueva exposición con la obra de Hilma af Klint en el Museo Guggenheim de Bilbao en octubre de 2024, brindando otra ocasión para que los entusiastas del arte exploren y aprecien sus influyentes contribuciones al mundo del arte abstracto.

Installation view from Hilma af Klint – The Ten Largest, 2022 © Stiftelsen Hilma af Klints Verk. Photo: Asa Lunden / Moderna Museet.
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